Este mes la consultoría de comunicación Consejeros del Norte, en la que trabajo, daba a conocer los resultados del estudio sobre Reputación Corporativa en las empresas vascas, RECOR Euskadi 2012 , que realiza cada dos años y en el que recoge la opinión de un grupo selecto de más de 160 líderes de opinión de diversos sectores del ámbito empresarial vasco -instituciones públicas, organizaciones empresariales, entidades universitarias, partidos políticos, analistas financieros, sindicatos, despachos de abogados, consultores de empresa, medios de comunicación, agencias de publicidad y empresas de selección de personal-. Por primera vez se les preguntaba sobre la influencia de los social media en la reputación corporativa y el grado y expectativas de desarrollo de los mismos en el ámbito empresarial. La mayoría de los consultados considera que en la actualidad no representan una herramienta clave para la gestión de la comunicación y la reputación corporativa. Opinan que las empresas aun conceden poca importancia a la incorporación de estos canales en su planificación estratégica de la comunicación. Sin embargo, revelan que la influencia de los medios sociales en la gestión de la reputación corporativa empresarial será, en su opinión, cada vez más importante en el futuro. El 67,5% cree Internet se convertirá en los próximos años en el principal canal para gestionar este activo empresarial, frente al 25% que cree que esto no sucederá. Un 74% de los que así lo creen, considera que este escenario se producirá en un plazo medio de unos 5 años
En proceso de ajuste, aprendiendo y experimentando
Tres
visiones - dircom, directivos y líderes de opinión empresarial- que convergen
en resultados muy similares: el mundo
empresarial está en un proceso de ajuste en la incorporación de los
social media a su estrategia de gestión.
La
reciente incorporación de su uso en los planes de las
empresas (mayoritariamente menos de cuatro años), la poca actividad
desarrollada en la redes a pesar de mantener páginas activas o el hecho de que
la mitad de las compañías consultadas que aun no los emplean confirmen al IESE
que no lo hacen por desconocimiento de uso, corroboran que la fase actual de
este proceso es de aprendizaje y experimental.
Actitud abierta y expectativas positivas
Los
datos también reflejan el interés que despiertan tanto en los responsables de
comunicación, ejecutivos y líderes de opinión, con altas expectativas sobre sus
capacidades.
Que un considerable
porcentaje de marcas declare que aumentará su inversión en esta materia en los
próximos años y que la mayoría de quienes ya usan los medios sociales en sus
planes lo valoren positivamente, e incluso parte clave de su experiencia,
apuntan a que emprendedores y grandes corporaciones apuestan por su
incorporación para optimizar la gestión y mantienen una actitud abierta hacia
esta imparable tendencia.
La
manera de integrar todo su potencial en las estrategias de las compañías es el
reto, y la oportunidad, del presente. El
estudio del IESE señala alguno de los riesgos y desafíos aun pendientes de
superar: conseguir alinear la estrategia digital a la de comunicación y
marketing, no sobreestimar su impacto y facilidad para llegar a los clientes,
tener claros los perfiles profesiones necesarios para su desarrollo e
implementación, más formación, no ambicionar excesivos objetivos, aumentar los
recursos humanos y financieros que a ello se dediquen, desarrollar y consolidar sistemas de medición del éxito.
El
desafío ahora está en conseguir vencer la inercia propia de los hábitos de
épocas precedentes y aprovechar las virtudes de las nuevas herramientas empleando
métodos concretos que hagan su uso eficaz para el fin perseguido.
¿Incertidumbre ante la crisis?
Los
social media se abren camino con cierta timidez pero paso firme en la comunicación
empresarial. Sin embargo, la crisis asoma amenazante como un nuevo freno a su
desarrollo.
En una
época de riesgos económicos e incertidumbre como la que vivimos parece
razonable que, para ser percibida como una empresa responsable y de prestigio,
se valore la capacidad para conseguir y demostrar que su actividad aporta
rendimiento para todos aquellos sectores sociales con los que se relaciona.
En
situaciones delicadas, en las que el mercado tiene tendencia a la contracción y
las empresas se ven obligadas a ajustar sus costes, pudiera parecer que los
intangibles como la reputación corporativa se sitúan en un segundo plano. Sin
embargo, es precisamente este activo empresarial el que, en momentos de
convulsiones económicas, se convierte en palanca fundamental parar reforzar la
confianza en las organizaciones de los shareholders y stakeholders.
La
presión que ejerce sobre las marcas la necesidad de alcanzar una cifra de
ventas exigente en coyuntura desfavorable y mantener ratios económicos
razonables puede conllevar el riesgo de reducir el foco de atención a parámetros
únicamente económico-comerciales, descuidando factores como la transparencia,
la ética empresarial o la responsabilidad social.
Nos
encontramos, por tanto, ante una etapa de riesgos y desafíos en la que los social media deberán terminar de abrirse paso y lograr consolidarse como factor estratégico para las empresas y evitar que las urgencias derivadas de las crisis
económica puedan desvirtuar su valor. Es por tanto el momento de demostrar su
capacidad para contribuir a la
consecución de los objetivos comerciales de las organizaciones, pero también a
la construcción de un modelo empresarial sostenible y responsable. En manos de
la empresas está el ser capaz de interiorizar y dimensionar adecuadamente el
empleo de los medios sociales en su gestión y de no caer en la tentación de
reducir los recursos que anuncian van a invertir en ellos.
(Autor: Edurne)
(Autor: Edurne)
Gracias Edurne por un comentario tan estupendo como el que has hecho.
ResponderEliminarEstoy convencida de que todos mis compañeros coincidirán conmigo en no dudar de que las redes sociales son, ya no el futuro, sino una realidad hoy. Otra cosa será que, ante la gran crisis en la que nos encontramos sumidos, las empresas sean lo suficientemente valientes para apostar por las redes sociales y no destinar recursos a otros departamentos con menores rendimientos pero más tangibles y resultados a más corto plazo.
Se trata de hacerles ver que en las crisis también se pueden encontrar oportunidades.
Laura
@lvilluendas
Las posibilidades son incalculables, pero requieren un cambio de mentalidad notorio en la mayoría de las empresas, y la actual coyuntura económica conlleva aparejado un riesgo de involución importante. Quienes apuesten claramente por estos nuevos canales, herramientas y nueva forma de entender la comunicación y relación con sus públicos seguro saldrán fortalecidos y se convertirán en ejemplos a imitar. Para algunos quizás ya será tarde...
ResponderEliminarEsta entrada (anterior) era una respuesta a tu comentario Laura. Pero me he equivocado al no pulsar responder. Gracias por tu colaboración. Edurne
EliminarQué buen post.
ResponderEliminarMe han sorprendido los resultados del RECOR Euskadi 2012 de Consejeros del Norte: Según vuestro estudio el 67,5% cree Internet se convertirá en los próximos años en el principal canal para gestionar la reputación online.
Estos días vi una investigación (LimoSine) que lidera Llorente y Cuenca y seis universidades europeas sobre medición de reputación online y visibilidad en la red. Puede ser la “pesadilla” para esas expectativas de los dircom en general. Ellos parten de la premisa de que todas las mediciones en las que se han basado hasta ahora las marcas han estado mal, que, por ejemplo en menciones, lo máximo que se puede conocer es un 6% de lo que circula en la red.
Ana, trataré de hacerme con la investigación que mencionas. Yo a veces tengo la sensación de que este universo 2.0 evoluciona tan rápido que algo nos estamos perdiendo por el camino.
EliminarRespecto al dato que mencionas, una puntualización, cuando yo he referido Internet trataba de recoger en la expresión todo lo que se mueve en la red (redes, blogs, webs...) Y como precisión, su visión no es solo para la reputación online, sino para la reputación corporativa global. A mi también me sorprende, pero creo que está en línea con lo que reflejan todos los estudios mencionados respecto a las altas expectativas que genera, quizás ¿sobredimensionadas? No me atrevo a afirmarlo...
Qué post más interesante. Enhorabuena, Edurne.
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